Estudio sobre deposición de metales pesados en el Bosque de Tlalpan.
En fechas recientes en diferentes medios (veáse links al final del escrito) se ha manejado la información de que en el Bosque de Tlalpan, particularmente en las hojas de sus árboles, hay un determinado grado de toxicidad; noticia que ha alarmado a sus visitantes y a los habitantes cercanos a esta zona.
Desde hace un año un grupo de investigadores y alumnos, encabezado por Rocío García Martínez, del Laboratorio de Química Atmosférica del Centro de Ciencias de la Atmósfera (CCA) de la UNAM, han estado realizando estudios sobre la deposición de metales pesados; en el cual se aplicaron técnicas de análisis basadas en organismos bioindicadores, capaces de acumular en sus células diversos metales en concentraciones superiores a las que se dan en los medios donde viven.
Para dicho estudio se eligió al Bosque de Tlalpan porque se encuentra ubicado entre avenidas de intenso tránsito vehicular y dentro del mismo se seleccionó como un indicador biológico de contaminación el árbol Ligustrum japonicum (conocido comúnmente como trueno) pues es muy abundante, se adapta fácilmente a cualquier suelo y su follaje cumple un importante papel como receptor de polvo atmosférico.
Esta especie también fue considerada por la característica de sus hojas que tiene una textura lisa, una longitud de cuatro a diez centímetros, y una anchura de dos a cinco centímetros; peculiaridades que permiten acumular una cantidad detectable de metales pesados para realizar un análisis químico.
Las muestras se tomaron en dos períodos: en temporadas de secas (octubre-marzo) y de lluvia (abril-septiembre) con la finalidad de notar si había variación estacional en la concentración de metales pesados, Así, se contabilizaron 20 árboles.
“Fue una selección que tomó en cuenta las coordenadas geográficas, en un radio de 50 kilómetros. Obtuvimos cerca de 120 muestras. Como criterios se consideraron las hojas verdes y lisas (no porosas), y se discriminaron las amarillas y pequeñas tomadas del mismo árbol a tres alturas diferentes: baja, intermedia y alta.”
Los metales pesados localizados por la técnica de Espectrofotometría de Absorción Atómica por horno de grafito fueron: aluminio, cadmio, cromo, hierro, manganeso, mercurio, plomo y vanadio.
El trabajo de investigación apenas inicia –tiene un año– por esta razón aun no se puede validar rotundamente como un método indicador de contaminación atmosférica, hacen falta datos de por lo menos cinco años; sin embargo, el grupo de investigadores ha obtenido resultados favorables No obstante, la experta y su equipo se han topado con resultados favorables, por lo que su técnica podría considerarse una herramienta útil para futuras indagaciones. Actualmente los trabajos de investigación se concentran en la posibilidad de convertir el poder absorbente de las plantas en una herramienta útil y económica para evaluar la presencia de los metales tóxicos mediante las hojas.
Si bien es cierto que el hallazgo se relaciona con un nivel de toxicidad, no puede hablarse de concentraciones altas o bajas, ya que no hay una norma establecida para estos elementos; lo que sí puede afirmarse es que las concentraciones de los metales pesados detectados son comparables con las reportadas por varios autores en otras especies de áreas urbanas con alta densidad vehicular, en otras ciudades del mundo.
Cabe aclarar que la contaminación por metales tóxicos se origina por diversos factores; entre ellos, la cantidad y variedad de fuentes emisoras, por ejemplo el transporte. Aunque se han aplicado políticas públicas que han ayudado a mejorar la calidad del aire, el problema de la contaminación por metales pesados aumenta. Por este motivo la doctora Rocío García Martínez recomendó a las personas que tienen mayor exposición (como la que trabaja al aire libre) se realicen exámenes periódicos de sangre y orina, como indicadores clínicos.
Los datos que arrojó la investigación son una base
importante para conocer la situación en
la que día a día vivimos cientos de habitantes en el Distrito Federal y marcan
una pauta para elaborar medidas preventivas y de mitigación para sus habitantes;
el Bosque de Tlalpan es sólo una muestra de lo que ocurre en la Ciudad de
México y la presencia de dichos contaminantes no es exclusiva de esta zona y es
un riesgo al que todos los habitantes estamos expuestos.
El BT fue elegido para la elaboración de los estudios
sobre la deposición de metales pesados por las características que posee, y de
hecho está investigación es sólo una de otras más que se realizan de su flora y
fauna, con la finalidad de conocer el estatus de los recursos naturales
presentes y proponer medidas de manejo eficaces.
Debido a que la investigación está en una etapa
inicial y no existe alguna norma que establezca los grados de toxicidad, aun no
se puede afirmar sí existen escasas o elevadas concentraciones de metales
pesados en las hojas de los árboles del Bosque de Tlalpan.
Noticias sobre el estudio realizado en el Bosque de Tlalpan.
Diario EL OCCIDENTAL: http://www.oem.com.mx/eloccidental/notas/n2696856.htm
Boletín DGCS UNAM: http://www.dgcs.unam.mx/boletin/bdboletin/2012_566.html
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