Cactaceae
La riqueza que tiene nuestro país es innegable, ésta no sólo se puede
apreciar en el ambito cultural, también lo notamos en la gran cantidad de flora
y fauna que posee. Para darnos una idea ( y como ya se mencionó en un post
anterior) México ocupa uno de los tres primeros lugares en reptiles a nivel
mundial y aproximadamente el 57% de los que posee son especies endémicas
(Conabio), y no sólo en reptiles pues también nuestro país es considerado como
un sitio que posee la mayor diversidad de cactáceas.
Las cactáceas son una familia de plantas con flores consideradas xerófitas,
pues se encuentran adaptadas a vivir en lugares áridos y secos, por lo que pueden
tolerar la escases de agua. De las 1500
especies que se tienen registradas, 563 se pueden encontrar en nuestro país y
el 78% de ellas son endémicas.
Aunque físicamente no lo parezca , las cactáceas o cactus, son similares
al resto de las plantas sólo que ellas han sufrido modificaciones anatómicas
(por ejemplo las hojas por espinas) para adaptarse a su medio, el cual
generalmente es seco y de difícil acceso, como el matorral xerófilo; sin
embargo, también se les puede encontrar en zonas húmedas y frías como bosques.
Son consideradas plantas suculentas, pues sus tallos y hojas (espinas) son
carnosos, su estructura y tamaño varía de acuerdo a la especie y género, puede haber
algunos con forma columnar, globosa, ramificada, aplanada con espinas cortas o
largas; gruesas, delgadas, o en forma de pelo. Las flores crecen directamente del
cuerpo del cactus y no posee un tallo convencional, los colores van desde el
blanco, amarillo, verdoso, anaranjado, rosa, rojo, púrpura y violeta; la
floracion y duración depende de cada especie. Las flores suelen abrir de noche,
pues de esta manera consumen menos agua. Sus frutos son
similares a las bayas y algunos son comestibles.
Las cactáceas han sido usadas desde
épocas prehispánicas por nuestros antepasados en diferentes ámbitos de su vida
cotidiana, pasando por la economía, la política, actos religiosos, medicina y
alimento. Y por supuesto no podemos olvidar que fue parte fundamental en la fundación
de Tenochtitlán, tal como lo muestra este fragmento de la leyenda de dicho
acontecimiento:
“Al concluir la peregrinación mexica,
Hubo el pueblo errante de
establecerse, de acuerdo con una
profecía
que en su ánimo pesaba, en
el sitio donde encontraron un nopal
de pedregal; lo que dio origen al
futuro nombre de la ciudad,
Tenochtitlán (nopal sobre piedra)…
Consecuentemente a la fundación
de la ciudad se decía, en la leyenda que
el tenochtli había nacido del corazón
del personaje Copil, sobrino de
Huitzilopochtli. Según reza la
leyenda, el sacerdote Cuatloquetzqui
tuvo un sueño profético en el que
Huitzilopochtli le dijo: ya estaréis
satisfechos, como yo os he dicho que
no haya salido verdadera: ya habéis
visto y conocido las cosas que os
prometí veríades en este lugar, a
donde yo os he traído: pues espera,
que aún más os falta ver. Ya os
acordasteis como mande matar a un
sobrio mio que se llamaba Copil y os
mande que le sacásedes el corazón y
que lo arrojásedes entre los
carrizales y espadañas, lo cual
hicisteis; pues sabed que ese corazón
cayó encima de una piedra de la cual
nació un tunal, y está tan grande y
hermoso, que un águila hace en él su
habitación y morada. Y, finalmente le
ordenó, durante el mismo sueño, que
ese sitio debería ser el asiento de la
futura ciudad.
Representación glífica de la Ciudad de
México.
Códice Mendocino, 1535.
En la actualidad, estamos perdiendo este
tesoro mexicano, pues gran variedad de cactáceas se encuentran, de acuerdo a la
NOM-059-SEMARNAT-2010,
bajo tres categorías:
- Sujetas
a protección especial (Pr)
- Peligro de extinción
(P)
- Amenazadas
(A)
Lo anterior se debe, principalmente, a
que se trafica de manera ilegal con ellas para llevarlas al extranjero; es así
como se arrasa con poblaciones enteras de estas plantas suculentas, coartando
su reproducción y provocando su exterminio. Es nuestra obligación evitar que
esto continúe y poner manos a la obra para cuidar a ésta y más especies de
plantas y animales que vivan en nuestro gran hogar que es nuestro planeta.
Fuente consultada:
Bibliografía:
Bravo-Hollis, Helia. El interesante mundo de las cactáceas. México:
CONACYT, Fondo de Cultura Económica, 1995. Pp. 233.