jueves, 12 de julio de 2012



Tlacuache.

“Ahí viene el Tlacuache
cargando un tambache
por todas las calles
de la gran ciudad.
El señor Tlacuache
compra cachivaches,
y para comprarlos
suele pregonar”

Fragmento de la canción El Ropavejero
Francisco Gabilondo Soler



Ahora es turno de hablar de un animalito que no posee buena fama, no es muy agraciado estéticamente para algunos, en las caricaturas no lo ponen precisamente como el bueno y para rematar su mala suerte ha sido perseguido por el hombre por ser considerado como un devorador de animales de crianza.

Pero si sigues leyendo te darás cuenta que lejos de ser un animal que debe ser ahuyentado o temido, es una criatura mítica que fue venerada por nuestros antepasados y que actualmente necesita protección, respeto y admiración.



Para algunos es considerado como un fósil andante, pues desde su aparición en la tierra, que fue hace sesenta millones de años, se le puede ver sin modificación física, pues no ha sufrido cambios.

Su nombre común es Tlacuache, palabra que proviene del náhuatl Tlacuatzin que significa “el pequeño que come fuego", también es conocido como zarigüeya o comadreja; en México existen cinco géneros de tlacuaches (Chironectes, Didelphis, Marmosa, Philander y Caluromys), una de las especies es endémica (Marmosa canenscens) y hay otra que es acuática, la cual está adaptada para vivir en el agua.     

Si un día caminando por el Bosque de Tlalpan y te encuentras con un animalito con ojitos de botón y muy despeinado es muy probable que se trate de un tlacuache de la especie Didelphis virginiana, físicamente es del tamaño de un gato mediano, sus patas son cortas, tiene nariz puntiaguda y larga, sus orejas son redondas y sin pelo como su cola que tiene la característica de ser prensil (que puede atrapar las cosas con ella), su pelaje es revuelto y áspero; las hembras poseen una bolsa ventral, llamada marsupio, donde sus pequeños se resguardan al nacer.

Se le puede encontrar desde el norte de Estados Unidos hasta Perú, y en este territorio prefiere alojarse en matorrales xerófilos de las partes bajas, hasta los bosques templados de las montañas, así como, en zonas cultivadas y suburbanas. En estas zonas buscan algún espacio hueco o un árbol para realizar su madriguera, la cual rellenan con hojas para tener mayor comodidad y calor; esta generalmente es ocupada por la hembra y sus crías.

El tlacuache es un mamífero y tiene durante el año dos periodos de reproducción uno a inicios de la primavera y otro a finales de verano, por lo que en ocasiones la mamá puede ser observada con dos camadas; el tiempo de concepción es de 13 días aproximadamente.

Después de este tiempo las pequeñas zarigüeyas se dirigen al marsupio de su madre donde las más osadas se prenderán de uno de los pezones de su progenitora para continuar con su desarrollo, el cual dura aproximadamente 2 meses más, después de este tiempo las crías comenzaran a dejarse ver y a aventurarse a su vida independiente.

Este animalito no es tan quisquilloso en cuanto a su alimentación, se le considera omnívoro, pues se puede decir que come de todo, su dieta abarca desde algunos insectos, frutos cultivados, bayas silvestres, carroña y hasta se les puede encontrar en algunos botes de basura seleccionando su menú.

Él también es parte de la cadena alimenticia, por lo que debe preocuparse si lo rondan los coyotes o algún perro, también es ocasionalmente perseguido por el hombre pues considera que su carne, huesos y cola tienen poderes curativos. Por ejemplo: la piel del debido a sus características de pelo corto y largo a la vez le otorga la facilidad de usarla como imitación de piel de nutria o castor; su carne y aceite se consideran como útiles en la cura de la artritis, purificación de sangre o infecciones estomacales; y sus huesos son usados para lograr los partos difíciles.

Algo muy curioso de él es que al momento de verse amenazado y notar que la huida ya no es posible suele tirarse al suelo poner sus ojos en blanco, colgar la lengua y quedarse quieto, tal como si estuviera muerto.  Esto le da la oportunidad de engañar a su depredador y huir.



Podemos decir orgullosos que el tlacuache es el único marsupial mexicano, y que lejos de ser un roedor o un ropavejero, como se menciona en la canción de Cri-Cri, este mamífero que fue amado en la época prehispánica ahora debe ser respetado pues realmente no hace ningún daño, además de que debemos cuidarlo porque es como un fósil viviente, en pocas palabras en él se conjunta un enorme valor cultural y ecológico que debemos respetar.

-Fuentes electrónicas:
-http://www.concyteq.edu.mx/cqrn3/animal.php?id=tlacuache
-http://www.fcb.uanl.mx/mastozoologia/doc/cnlt.pdf
-http://www.mexicolindoyquerido.com.mx/mexico/index.php?option=com_content&view=article&id=283:el-tlacuache&catid=196:flora-y-fauna-mexicana&Itemid=70